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Un buen mantenimiento puede cambiar toda la empresa. ¿Lo sabía?

Tuve la oportunidad, en los años 90, de obtener una beca y realizar un curso intensivo en Japón sobre nuevas técnicas de gestión. Esa época era el ápice de la difusión de las técnicas de calidad total, el sistema de producción Toyota y otros que causaron y todavía tracen un fuerte impacto en la producción y gestión de las empresas. Involucra los conceptos de reducción de desperdicios, gestión de inventario, entregas justo a tiempo, Kaizen, sistemas de calidad, etc. Algunas de las técnicas ahora universalizadas y ampliamente utilizadas.

Hago esta historia porque, recientemente, estuve coordinando una presentación del Prof.Dr Ricardo Carrijo, coloaborador de Ciglat, especialista en producción y quien durante muchos años fue gerente y director de una grande imprenta internacional de cuadernos y materiales de papelería y uno de los mayores expertos en la metodología denominada Mantenimiento Productivo Total.

El MPT o TPM (Total Productive Maintenance) también proviene del sistema de producción de Toyota y que fue desarrollado con énfasis en el mantenimiento de los equipos, su conservación y su mejor operatividad. Pero eso tiene profundas implicaciones para la propia gestión de la empresa. Porque, a final, es una filosofía de gestión.

Como dice Ricardo, todo comienza con un paño de limpieza y una buena lubricación. Pero, a partir de ese sencillo comienzo, empieza a desarrollarse toda una filosofía de trabajo que involucra a los operadores de los equipos, a los superiores ya la dirección de la empresa.

No es mi intención aquí detallar todo este proceso. Lo que quiero enfatizar es que el enfoque, de hecho, está en la filosofía de administrar el negocio en función de sus activos. Y cómo esto se refleja en la operación, la calidad, la productividad y, en consecuencia, los resultados.

Toda la filosofía japonesa se basa en concienciar a los trabajadores de la importancia de la participación de cada uno en el proceso, del trabajo en equipo y de su contribución a todo el funcionamiento de la empresa. Para eso, por supuesto, es necesario mostrar, involucrar, formar y generar ese involucramiento, esa participación. Sólo con la conciencia de cada persona de la importancia de lo que hace y cómo lo hace, permite a los trabajadores repensar su actividad y buscar la mejora constante en la operación.




Generar involucramiento y participación de todos es fundamental


Bueno, esto es una utopía, dirán muchos. La gente aquí no tiene esa preparación, dicen otros. Eso no funciona en América Latina, dice la mayoría. Así como comúnmente se dice que en las pequeñas empresas no hay tiempo ni dinero para hacer esto. Algo de empresa grande, con recursos.

Para superar estas barreras es necesario que este enfoque sea como una filosofía de gestión. Hay que creer en ello para que suceda. Hay que tener en cuenta que esto está más relacionado con la forma en que enfrentamos el negocio que con el costo en sí del proceso de hacerlo. Porque el costo se recupera en la eficiencia de la operación.

Se tiene que buscar, más que nada, una gestión más participativa, con el real involucramiento de las personas. Sigue siendo un tabú en muchas empresas que mantienen una actitud de aquí yo mando y tú obedeces. La participación activa y positiva de todos proviene de una disciplina de trabajo que hay que perseguir.

En mi estudio en Japón, este fue un punto intrigante cuando se discutió que la disciplina brinda libertad en el trabajo. Lo cual me pareció incoherente porque la disciplina, para mí, estaba más ligada a la subordinación, la jerarquía y el respeto. Dos conceptos, jerarquía y respeto, están muy presentes en las empresas de allí. Pero lo que aprendí es que la disciplina se desarrolla con la conciencia del trabajo y la creación de una visión crítica de la persona y de su grupo de trabajo que les permita no solo hacer sugerencias sino también tener la libertad de crear soluciones ajustadas con los otros grupos con quién se relacionan en la operación.

En la filosofía de MPT estos conceptos se enseñan, se entrenan, se trabajan y se aplican. Lo que no solo conduce a que los equipamientos funcionen bien durante más tiempo, con menos tiempos de inactividad, menos tiempo de configuración, un mejor flujo de trabajo, más calidad y menos desperdicio.

Un sistema que es utilizado, mirando a nuestro sector, por empresas de papel y un conjunto de imprentas en diferentes países de la región, la mayoría de mayor porte. Pero puede, y debe, ser aplicado por empresas de cualquier tamaño. Incluida su empresa, querido lector.

Y pensar que todo esto empieza con una paño de limpieza y una buena lubricación.....

Piense en eso.

Hamilton Terni Costa

Co- fundador de Ciglat – Centro de Inteligencia Gráfica para América Latina (www.ciglat.com)

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