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¿A dónde van la industria gráfica y su empresa en un mundo digital?

Podemos decir que hay tres grandes olas de impacto del mundo digital en todos los negocios y, muy específicamente, sobre la industria gráfica, una a cada diez años, según mis amigos Joe Webb y Richard Romano. La primera, en 1998 con el crecimiento de la internet. La segunda en 2008 con el inicio de los medios sociales como Facebook, Twitter, Google y otros. Y la tercera, en 2018, con el inicio del impacto de la internet de las cosas, iOT, la IA, inteligencia artificial, el 5G para las conexiones y todas las tecnologías habilitadoras de la industria 4.0.


Más que eso, la pandemia del Covid-19 ha llevado las personas y las empresas a adoptaren los medios digitales como preferenciales para sus comunicaciones, sus compras y sus procesos de negocio. Según la consultora McKinsey la transición para el digital en los tres primeros meses de la pandemia fue más fuerte que en los últimos diez años. Increíble.


Y no estamos todavía, en especial en América Latina, bajo el total desarrollo de las conexiones digitales que se incrementarán – y mucho – con la tecnología 5G.

En cada una de esas olas una parte de productos impresos fue impactada. Algunos más fuertemente como publicomercial, editorial e impresos comerciales y otros algo menos, como etiquetas y empaques.


Todo ese cuadro, por supuesto, viene trayendo un fuerte desafío para las industrias gráficas de todo el mundo en como adaptarse a esa situación y como planear su negocio para los próximos años. Aún más para después de la pandemia.

En primero lugar, la industria gráfica no se va a acabar. Hay modificaciones en la necesidad de los materiales impresos, hay nuevas demandas de los clientes y otras formas de ventas, pero muchos materiales impresos seguirán siendo necesarios. Además, porque tienen ventajas comparativas delante de las aplicaciones digitales.


En segundo lugar, hay mercados gráficos en crecimiento como los de empaques y los de impresión funcional y industrial. Además de otros productos y servicios que se pueden desarrollar a partir de los dolores de los clientes sea en sus comunicaciones, sea en las oportunidades a través de sus propios productos.


Otro punto que es un reto para muchas imprentas es la decisión sobre las tecnologías. ¿Mantener las tecnologías actuales? ¿Adoptar la tecnología de impresión digital? ¿En que circunstancias ¿O tener producciones hibridas?


Y otro tema aún más decisivo: ¿diversificar la oferta de productos o especializarse en un nicho o segmento de mercado?


Esa dudas y peguntas están en la mesa de muchos de los directivos de imprentas por todas las partes. Y, con alguna frecuencia, recibo contactos de empresas de América Latina con la pregunta base: ¿Lo que tendremos que hacer ahora? ¿Para donde irse?


Si me puedo plagiar, les contesto con base en lo que escribí en mi libro La Gráfica: una industria en transformación, en el capitulo 1, parte 4, sobre el tema de adaptación del negocio a ese nuevo mundo digital.


En primero lugar hay que tomar la decisión del cambio y que todo esta cambiando y seguirá cambiando muy rápidamente en los próximos años. Y que la industria tiene muchas oportunidades en esos cambios, desde que entienda mejor sus clientes. Para tanto hay que tener la actitud del cambio. Parece sencillo, pero no lo es. Cambiar no es fácil y la tendencia es intentar hacerlo sin alterar los modelos a que estamos acostumbrados. Y, por supuesto, eso no funciona.


A partir de esa decisión hay que informarse sobre lo que esta se pasando con sus clientes, con los mercados de sus clientes y otros mercados que parecían no existir pero que son nuevos horizontes de posibilidades. Además, es hora de mirar efectivamente a los clientes que traen resultado a la empresa, seleccionarlos, hablar con ellos, entender sus dolores y ver que eventuales servicios o beneficios adicionales se podría ofrecer para sanarlas o disminuirlas. Esas incursiones en los clientes permiten trazar un rumbo, un horizonte para irse hacia allá. Es crear lo que llamo de enfoque estratégico.


En la secuencia, buscar una diferenciación. Hay estadísticas que muestran que solamente 25% de las imprentas tienen elementos concretos de diferenciación. La gran mayoría ofrece las mismas cosas, con las mismas máquinas y de la misma manera. Lo que resulta en una competición por precios, nada más. Mostrar soluciones y resultados hoy es mucho más convincente que mostrar máquinas y instalaciones.


Entender más de mercadeo y ahora, más que nunca de mercadeo digital es hoy una obligación. Saber comunicarse en el mundo digital y es esencial para la generación de contactos y fidelización de clientes.


Definir un rumbo a partir de los clientes o de mercados blanco y buscar una diferenciación que le ayude a definir tecnologías que atiendan esas demandas. Tecnologías que estén ubicadas en la mejoría y automación de procesos ya con un pensamiento en la fabricación 4.0. Como ya están todas las nuevas tecnologías gráficas


Y si ya esta en ese camino habrá tenido la percepción que tener las personas ciertas a su lado es esencial. Las que piensan como usted ahora piensa y que ayudaran en ese proceso de transformación.


En un resumen muy resumido: definir su enfoque estratégico a través de los clientes, traer las tecnologías adecuadas a eses enfoque, incrementando conocimientos y buscando diferenciación con las personas adecuadas a esa nueva proposición de valor. Seguramente en una empresa con mentalidad más digital y con la flexibilidad operativa que cada vez será exigida de las imprentas.


Entiendo que no es automático ni tampoco hay una solución mágica, sino mucho trabajo y determinación. Pero es viable como lo demuestran varias imprentas exitosas en América Latina. Lo importante es empezar.


¿Qué le parece el primero paso ya? ¿La actitud?


Foto: Joshua Sortino - Unsplash


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